¿Por qué hacer un Proyecto Cultural Autogestivo?, es decir, en palabras más simples: ¿por qué aventarse a producir algo que no intenta per se ganar reconocimientos, ser lucrativo o producir específicamente algo?
Para mí, la respuesta es obvia: porque alguien debía hacerlo.
No es exclusivamente una cuestión cultural, pero algo hay de eso. Poner a Mictiuh en la calle es poner la cultura en ese lugar en que generalmente no le interesa estar porque no hay manera de cobrar (prueba de ello es que algunos de los niños que han visto las Obras de Teatro Mictiuh es la primera vez que ven teatro, porque es muy caro o porque a los padres no les interesa llevarlos). Es el mismo principio que se toma para regalar libros, hay que colocar libros en las casas, pues habiendo libros en libreros tarde que temprano alguien los tendrá que leer.
Mictiuh también es sólo una pequeña parte de la responsabilidad social que asumo, y no me refiero a la ingenua responsabilidad mediática de “tienes el valor o te vale”, sino a la responsabilidad que cada ser humano debe tener para con otro ser humano, para su hermano de existencia, que al fin de cuentas no es más que uno mismo.
Hacer Mictiuh, salir absurdamente a las calles a hacer galimatías, vestirse de un Dios Mexica, escribir artículos para esta web, pergeñar videos documentales, llorar y desesperarse por organizar este proyecto es mi manera de darle algo al mundo... por ahora.
“Cualquier camino es la vía” dijo Bodhidharma, “somos lo que pensamos” dijo el Buda. Por eso, la manera en la que pensamos la muerte es un reflejo de la manera en que vemos la vida. La idea de la muerte está dada por la ideología dominante, nacida a su vez del modo de producción predominante en el mundo, el capitalista; Mictiuh se opone determinantemente a ella porque considera que nuestra mirada a la muerte determinará la manera de hacer la vida.
En México no se le temía a la muerte, se le invitaba a comer y a beber; ¡salud, pues!, ¡brindo por la muerte, porque es brindar por la vida!
¿Por qué hacer Mictiuh?
Para enseñar a vivir correctamente la vida.
Texto: Héctor García Franciso 
